Existen 3 condiciones claves para enfrentar nuevos retos y alcanzar con éxito las metas que te propones en tu vida. Todas y cada una de ellas son habilidades que pueden ser incorporadas siempre y cuando exista la motivación, la disciplina, la determinación y la estrategia adecuada para integrarlas. De estas condiciones vamos a estar conversando en esta entrega.
Retos obligatorios vs Retos intencionados
Antes de compartirte cuáles son esas condiciones claves para enfrentar nuevos retos, quisiera invitarte a reflexionar acerca de la diferencia que existe entre los retos que la vida, el destino o como quieras llamarlo, te presenta. Esas situaciones en las que pareciera estar perdiendo algo o perderlo todo, aquellas en las que tienes que tomar decisiones difíciles y dolorosas o situaciones como estas:
Te despiden de tu empleo por reducción de personal, pero además eras infeliz en él y te toca reinventarte.
Tu pareja te dice que ya no quiere vivir contigo, ya sabías que te era infiel, pero por evitar la soledad no habías terminado la relación y te toca aprender a soltar el pasado.
Tienes que volver a casa de tus padres porque perdiste el empleo, la pareja y tu perro decidió romper la cartera con los últimos pesos en ella, quizás deseabas estar más con ellos, pero hacerlo significa para ti un fracaso y la vida te pone en el lugar de aprender a soltar las creencias limitantes.
Estos escenarios, son aquellos en los que un día despiertas y te das cuenta de que tu vida no te llena, que no estás donde quieres estar, que nada de lo que ves a tu alrededor te satisface. Sin embargo, la acción no llega, el miedo te paraliza y esperas que la vida o terceros decidan por ti, generando un abanico de emociones como frustración, tristeza e incertidumbre ¿te suena familiar?

Gestión de retos o desafíos intencionados
Gestión de retos o desafíos intencionados
Los escenarios descritos anteriormente se diferencian de los que llamo “nuevos retos intencionados”. Te confieso que estos son los que más disfruto.
Una cosa es elegir el reto o el desafío que vamos no a enfrentar, sino a gestionar nos coloca en un estilo mental, emocional y de actitud de entrenamiento. Que además facilita tener algunas rutas claras para gestionar asertivamente los otros retos (esos en que nos pone la vida) y que de vez en cuando aparecen.
Volviendo al tema de “enfrentar” o “gestionar”, recuerda que la “palabra es poder” y cada palabra o acción tiene un significado para cada uno de nosotros, de ello depende cómo se vive la vida.
Para mí “enfrentar nuevos retos” implica ingresar a una tierra árida donde se vive una cruzada, si tal cual, como las “cruzadas de la edad media”, donde había sangre, guerra, sufrimiento y dolor, eso definitivamente me agota y me desanima. Esa es la razón por la que prefiero llamarlo Gestión de retos o desafíos intencionados.
Cuando optas por migrar a una “gestión de retos intencionada” abandonas el campo de lo conformista, rompes la idea de aferrarte y te abres al cambio de forma permanente, esta filosofía de vida es lo que te lleva no sólo al éxito, sino a crecer, evolucionar y aunque la vida vaya bien a crear siempre tu mejor versión.
Claves para una mentalidad triunfadora
Cómo ya debes imaginar la primera condición para gestionar tus retos es la mentalidad, todo un desafío si la persona no ha logrado identificar sus creencias de identidad, merecimiento o capacidad. Cada pensamiento se soporta en las creencias que una persona tiene sobre sí misma (identidad), por ejemplo, ¿tengo las habilidades necesarias para hacer frente a nuevos desafíos?, ¿siento la suficiente confianza en que si desconozco un proceso lo voy a estudiar hasta que lo domine?, por más complejo que se presente el desafío ¿tengo la certeza de que puedo resolver la situación?
Las creencias relacionadas con los deseos se relacionan con la forma de vivir o sentirnos merecedores de experimentar bienestar, abundancia, placer y felicidad.
Cuidado con frases como estas “no merezco la pareja que tengo”, “no merezco tanto dinero por lo poco que hago”, “lo bueno hay que ganárselo”, “para obtener algo hay que luchar duro y sacrificarse”, son pensamientos comunes y recurrentes que finalmente impactan de manera negativa la gestión emocional de una persona ante los nuevos retos.

Definitivamente para tener una mente óptima para enfrentar los nuevos retos, que además impacte en la gestión emocional y la actitud condiciones claves para el éxito en la vida, es necesario además de identificar tus creencias limitantes y las potenciadoras, tus estilos de pensamiento y definir una ruta de transformación de estos pensamientos.
Por favor respira, respira profundo cierra tus ojos, piensa en este nuevo reto ¿cómo te ves, ¿qué estás haciendo en seis meses, un año, quizás dos años frente a esta situación que hoy es nueva? en tu cuaderno de vaciado anota y suéltalo en unos días vuelve a él y reflexiona cuáles son esos pensamientos que eliges tener para salir adelante.
Lista por lo menos quince formas de gestionar, de dar solución o alternativas a este nuevo reto, y a partir de allí fortalece tu pensamiento creativo y expansivo en la vida, si deseas entrenar de forma personalizada un pensamiento creativo puedes escribirnos a info@mafalayacoach.com con el asunto pensamiento creativo.
¿Cómo te hablas?
Cuida cómo te hablas (los monólogos) y cómo le hablas a tus familiares, amigos y compañeros de trabajo, las palabras que usas fortalecen o debilitan tus sueños y tus estilos de pensamiento.
Cómo plantea Sonia Choquette, líder espiritual «Sus propias palabras son los ladrillos y el mortero de los sueños que desea realizar. Sus palabras son el mayor poder que tiene. Las palabras que elija y su uso establecen la vida que experimenta».
Pregúntate qué pasaría si obtengo el éxito en este nuevo desafío, finaliza esta frase ¿Qué pasaría si hago tal o cual (completa la acción) en mi desafío actual?
No quiero finalizar este apartado sin motivarlos a activar tu #modo curioso, curiosidad de querer saber más, aprendizaje permanente, también prestar atención a las señales del entorno con una actitud de búsqueda de soluciones y alternativas, hasta aquí espero que estas líneas te hayan aportado valor.

Evita estos errores al gestionar tus retos
Antes de incursionar en la selva emocional, quisiera que conozcas 7 errores más comunes que enfrenta una persona para gestionar sus desafíos intencionales
Falta de conocimiento de sí mismo ¿tengo claridad en la intención, pensamiento, emociones y actitudes de este nuevo desafío? ¿Estoy pensando en la estrategia correcta? ¿Puedo ejecutarla?
Dudar de tus habilidades y evadir los miedos.
Ausencia de evaluación de la situación actual y de la realidad de tu entorno.
Procrastinar el inicio de hacer pequeñas acciones para gestionar el nuevo desafío.
Pensar que el desafío se resolverá sólo o rápido.
Fingir que no se requiere un plan de acción detallado de cómo gestionar tu reto.
Tomar decisiones sin un proceso claro.
En los actuales momentos estamos sometidos a muchos estresores, situaciones que cambian abruptamente y con un nivel de celeridad que nuestro cerebro en muchas ocasiones le cuesta procesar. Esto también genera una serie de emociones que abruman y necesitamos gestionar.
Honestidad con las emociones que disparan tus retos
Una de las emociones que aparecen en estas circunstancias son el miedo, la frustración y la incertidumbre que al final mal manejada se convierte en ansiedad.
El problema es multicausal, una de las razones es que necesitamos ampliar nuestra gama emocional, bajar un poco el volumen a la exageración, evitar la comparación porque nadie sabe lo que le ha costado a esa otra persona alcanzar lo que ha logrado y cada ser es único e irrepetible.
Honestidad, sí, así como lo lees, evitar fingir que estás bien cuando no lo estás, quizás necesitas ayuda, quizás necesitas un mentor, un coach que te ayude a mirar alternativas a la situación, que te enseñe herramientas, habilidades que luego puedas poner en práctica en diferentes ámbitos de tu vida.
Ahora bien, ser honesta contigo misma (o) no significa quedarse allí, es necesario aprender a reconocer, aceptar y gestionar las emociones que están impidiendo tu crecimiento personal y lograr alcanzar con éxito ese nuevo reto que estás experimentando hoy.
Una emoción no es buena, ni mala, está allí para decirnos que aquello que estamos experimentando es importante para nosotros. Sin embargo, reconocerla no significa quedarse allí estancado.

Todos, absolutamente todos, hemos experimentado en algún momento el miedo, tú, yo (ahora mismo mientras escribo), el hijo del vecino y la pareja que tienes a tu lado.
Ahora un nuevo reto no te va a matar del miedo, por el contrario, te va a administrar una buena dosis de aprendizaje.
Este miedo está íntimamente relacionado con lo “que piensa el otro acerca de mi fracaso”, “qué difícil y cansón empezar desde 0”
Ahora te invito a reflexionar y a escribir en tu cuaderno ¿Qué harías en la gestión de este nuevo reto si no tuvieras miedo? Por lo menos lista unas 5 acciones que le podrías recomendar a tu mejor amiga (o) si estuviera atravesando el nuevo reto en el que estás tú en este momento.
Si deseas gestionar desafíos intencionados, lograr alcanzarlos con éxito y disfrutar el proceso, es necesario que te entrenes en incorporar en tu vida la actitud correcta o por lo menos la mejor actitud, eso de mantener una sonrisa todos los días no funciona, porque sencillamente es poco posible, pero si lograr encontrar las formas de conectar con tu mejor actitud todo cambia.
¿Cuál es la mejor actitud para gestionar tus retos?
Voltaire planteó “La vida es un naufragio, pero no debemos olvidar cantar en los botes salvavidas”
No te mencionaré una única actitud, sino 6 actitudes para gestionar tus retos intencionados. Así que te invito a tomar nota de cada una de ellas e incorporarlas desde hoy a tu vida.

La valoración que tengas sobre ti se refleja en tu actitud y en cómo te ven los otros. Esto permite que te enfoques en las capacidades y talentos para alcanzar lo que te propongas. Cree en ti
Consciencia en lo bueno, lo positivo, lo que aporta valor, desprenderse de la queja, la inconformidad sin propósito. Enfoque en lo positivo
A pesar de que el escenario pueda no ser muy alentador, siempre hay algo positivo, un aprendizaje, experiencia de lo que hay que hacer o no. Sin desgastarse en darle vuelta al problema, sino en cómo se puede resolver la situación. Tomar la iniciativa significa salir a la acción para apropiarse del esperado beneficio. Las oportunidades no aparecen, sino que se crean y tienen que ver con la comunicación asertiva dirigida a mantenerte informada (o) sobre lo que estas buscando y lo que realmente te interesa. La iniciativa está determinada por nuestra capacidad de correr riesgos y el nivel de confianza en ti misma (o). Enfoque en la Oportunidad y la Solución.
Persistencia hasta lograr el sueño o resolver el nuevo reto, sensación de desafío cuando algo parece difícil de lograr. Pero también definir una meta clara y específica; y, por lo tanto, verificable, así como definir su plazo de ejecución. Claridad, especificidad, temporalidad en los objetivos de tu nuevo reto.
Las personas que logran gestionar asertivamente sus retos intencionados son adultos que se hacen responsables de sus decisiones, pensamientos y palabras, abandonan su energía de víctima, de culpar a terceros y se ponen en acción. Asumen la responsabilidad de su reto.
Gestionar los retos intencionados, implica vivir con una actitud de progresividad, es decir la solución no aparecerá de la noche a la mañana, es un proceso de éxitos diarios, de lo que llama Robin Sharma “microvictorias”. Si defines cada día las tareas que te llevarán al éxito de tu nuevo reto y haces ese 1% cada día al final del mes tendrás por lo menos 29% de avance en ese lapso así que celebra estos éxitos diarios por pequeños que parezcan.
Reflexión final
Estas tres condiciones mentalidad, gestión emocional y actitud son las que a mí me han permitido gestionar cada nuevo reto, desafío que la vida me ha puesto (lo he convertido en un reto intencionado) o los que elijo voluntariamente gestionar en cada etapa de mi vida.
Poner en marcha estas tres condiciones no es necesariamente fácil pero siempre es posible. Puedes ir de forma progresiva incorporando cada una de estas recomendaciones recuérdate a ti misma (o) qué te llevó en un principio a fijarte ese nuevo reto. Los cambios son emocionantes. ¡Si no, la vida sería muy aburrida! ¡Buena suerte en el logro de tu nuevo reto!
¿Aún tienes dudas? Siéntete libre de compartir este artículo con alguna amiga o amiga que lo pueda necesitar.
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